Cómo vivir como un hijo del Rey fue escrito por Harold Hill hace 50 años pero no ha perdido vigencia. El libro describe muchas experiencias personales de alguien que era alcohólico y terminó siendo un gran siervo de Dios y exitoso empresario. Con mucho ingenio y sentido del humor, el autor relata muchos de los sucesos, la mayoría de ellos sobrenaturales, por medio de los cuales concluye que es posible vivir una vida de favor como hijos del Rey.
Sin entrar en cuestiones dogmáticas de la teología, Hill demuestra, siempre basado en lo que él experimentó, por ejemplo:
- Cómo dejar de embriagarse
- Cómo obtener más dinero por su dinero
- Cómo testificar con poder
- Cómo dejar de fumar
- Cómo ministrar sanidad
- Cómo ser bautizado en el Espíritu Santo
- Cómo evitar accidentes automovilísticos, tornados, bombas incendiarias y lluvias de cohetes
- Cómo conseguir que toda su familia sea salva y sana
- Cómo perdonar
Estos son solo algunos de los temas en los cuales el autor ha descubierto que la obra de Dios sigue siendo real y poderosa en las vidas de Sus hijos, a pesar de que en la denominación a la cual pertenecía no creían en ese tipo de manifestaciones milagrosas.
Para explicar un poco su forma de vida y la manera en la cual encaró la escritura del libro, en la conclusión del primer capítulo titulado “Cómo vive un hijo del Rey”, Hill escribe:
Un hijo del Rey es un reportero, no uno que explica detalles. Este libro es un reportaje de algunas de las cosas extraordinarias que suceden cuando un hijo del Rey sigue las instrucciones del Manual de fabricante, en lugar de hacerle la venia a su cerebro educado.
Para todos aquellos que se sienten atrapados en una vida espiritual rutinaria, quizás ansiosos por descubrir si hay algo más aparte de lo conocido, Harold Hill tiene una respuesta muy clara en este libro. Es tiempo de comenzar a creer que no simplemente existimos por casualidad en este mundo sino que somos hijos del Rey de reyes y Señor de señores y debemos comenzar a vivir como tales. Hay una vida sobrenatural que nos espera cuando nos animamos a creer en un Dios sobrenatural que nos colma de misericordias y favores.
