Bob Goff es un super-héroe. Su super-poder es el amor. En este libro intenta contagiar esa gracia especial que hay sobre su vida para que otros también logren amar a todos, siempre.
En su primer libro, El amor hace, Bob compartió la increíble historia de su vida. En ella, sin ninguna habilidad aparente que lo destacara del resto, ha logrado un renombre como abogado y se ha codeado con importantes personalidades de la política alrededor del mundo gracias a su tarea humanitaria, levantando escuelas y comedores en países como Iraq, Nepal, Somalia, Afganistán, India y Uganda (país que incluso lo nombró Cónsul en los Estados Unidos).
En su segundo libro, A todos, siempre, Bob expande un poco más sobre la razón que lo ha llevado a vivir una vida enfocada en el beneficio de los demás antes que el propio.
A través de historias conmovedoras de gente común que conoció en sus viajes, por medio de su trabajo o de manera accidental, el autor demuestra con su propio ejemplo que amar al otro siempre es una opción. Sin importar quién sea la otra persona o lo que haya hecho, la orden que hemos recibido es la de amar al prójimo.
La inspiración para su motivación, cuenta Bob, proviene de lo que Jesús hizo y enseñó mientras recorrió la Tierra. Nosotros, por lo tanto, somos llamados a imitar su estilo de vida de la mejor manera posible, dando de lo que hemos recibido.
Así se trate de un simple trabajador de seguridad en el aeropuerto, una vecina con una enfermedad terminal, un preso que se comunica por error o un niño africano amputado por brujos locales, Bob demuestra una y otra vez que no hay límites para lo que el verdadero amor está dispuesto a dar. No hay tiempo, dinero, palabras o favores suficientes que uno pueda brindar a otros que no hayamos recibido primero de parte de Dios.
Bob Goff es una clara muestra de alguien que anhela parecerse cada día más a Jesús al esforzarse por amar a todos, siempre.
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