En Locos de amor el doctor James Dobson se dirige a aquellos que están en la etapa del enamoramiento en medio de un noviazgo para brindarles sabiduría ante la enorme decisión que deben tomar. Sin embargo, la realidad demuestra que, como presidente de Enfoque a la familia, Dobson ha recibido miles de historias personales que cuentan los dramas familiares que los matrimonios han tenido que afrontar a causa de sus malas decisiones. Muchos de esos relatos fueron incluidos en el libro El amor debe ser firme como muestra de la destrucción que ocurre en esas vidas cuando atraviesan tal traumática separación.
La manera que el doctor Dobson sugiere para enfrentar ese tiempo tan terrible es la de demostrar un amor firme. Lo que usualmente sucede, explica el autor, es que cuando la víctima en la pareja se entera de la infidelidad, sufre violencia o abandono de parte de su cónyuge, generalmente termina humillándose, rogando y haciendo lo imposible para lograr que el agresor reconsidere su conducta y las circunstancias cambien.
Esto lleva a que por un tiempo la otra persona, quizás parcialmente, reconozca su error y prometa un cambio por el bien de la familia, pero al fin y al cabo se convierte en un círculo vicioso que daña cada vez más al otro (ni hablar si hay niños de por medio).
Puede haber muchas otras causas por las cuales surjan las discusiones y distintos grados de violencia en la pareja, pero en todos los casos, Dobson sugiere aplicar firmeza en las decisiones y actitudes de la víctima. La persona agredida debe aprender a plantarse ante el otro, no permitir más esas actitudes destructivas y “liberarlo/a” para que siga su camino lejos de su hogar y su familia.
Este planteo puede parecer chocante al principio, y reconozco que así lo fue para mí, pero con el pasar de las páginas, los principios establecidos y las historias verídicas relatadas, poco a poco comienza a tener cada vez más sentido. Sé que muchos no estarán de acuerdo con las sugerencias encontradas en El amor debe ser firme principalmente por sus propias experiencias pero no se puede negar que el doctor Dobson ha demostrado sobrada experiencia en aquello de lo cual escribe.
Conclusión
Si estás en medio de una tormenta en tu matrimonio, con manifestaciones de violencia, abuso, infidelidad, amenazas de abandono, pensamientos de divorcio u otras cosas por el estilo, este sin duda es uno de los textos que debes consultar. Seguramente no será la única ayuda que necesites pero es buen punto donde comenzar. Aun si crees que todo transcurre de mil maravillas en tu hogar debes estar advertido para no permitir que los pequeños problemas escalen a mayores.
iniciare este camino por la lectura del libro el amor debe ser firme.con la espectativa de encontrar una luz de experiencia en situaciones algo incomodad que se viven en pareja..
Dios bendiga al autor y pronto podre contar mi experiencia con esta lectura de la mano
Excelente decisión Stefany. Que disfrutes de esta lectura y te sea de inspiración.
Sin duda alguna , coy a leer este libro me lo recomendaron.
ocupo ver y tener varios puntos claros de lo que fue mi matrimonio
Estoy seguro, Ronney, que este libro te será de mucha ayuda. Buena elección.
Es recomendable para regalar a una persona, que ya está en proceso de divorcio? Es decir, no le creará conflicto el hecho de que ya está separado?
Hola Nidia, creo que las verdades presentadas en este libro afianzarán las decisiones que esta persona ya ha tomado y traerán paz a su corazón o bien le traerá sabiduría para tener en cuenta sus errores y buscar la reconciliación más allá del nuevo proceso que deban enfrentar a causa de la separación. Desde ya que esta lectura no será todo lo que la persona necesite pero seguramente le será de ayuda.
Es tan difícil cuando la otra persona no quiere saber nada ni de Dios ni de la relación. Yo espere un cambio casi 17 años, al final pedí el divorcio y nos divorciados. No hubo hijos y creo que ahora el sigue solo y ha empezado buscar de Dios. A veces me arrepiento de haber iniciado yo el divorcio pero me canse de su rechazo como esposa y mujer. Solo recibí insultos.