Cuando era chico, había dos cosas que no dejaban de llamarme la atención mientras estaba en una campaña de Annacondia. La primera era el humo y el olor a choripán que parecía perseguirme dondequiera que fuera. Lo otro eran los gritos que lanzaba la gente mientras eran llevados a la carpa de liberación. Sobre ese poder sobrenatural de Dios que se mueve en cada una de esas reuniones es que trata este libro.
Carlos Annacondia es el evangelista más reconocido en Argentina. Ha llevado sus cruzadas evangelísticas a toda la nación y a cientos de ciudades en el resto del mundo. Quien ha participado alguna vez de una de sus poderosas campañas reconocerá fácilmente por qué este libro lleva el título ¡Oíme bien, Satanás! Esa forma tan particular de dirigirse al enemigo en sus oraciones por los enfermos y oprimidos es una característica que lo ha acompañado siempre.
Divisiones principales
Los quince capítulos del libro están divididos en seis partes que se desprenden de Marcos 16:15-19:
- Id y predicad
- Estas señales seguirán a los que creen
- Echarán fuera demonios
- Hablarán nuevas lenguas
- Cosa mortífera no les hará daño
- Los enfermos sanarán
Cada una de estas divisiones está repleta de testimonios de aquellos que han sido partícipes de las campañas y han experimentado personalmente el poder de Dios obrando en sus vidas. Milagros y prodigios físicos, liberación de espíritus demoníacos, poder para perdonar y libertad de la depresión son solo algunos ejemplos de lo que se relata en estas páginas. Las historias que se cuentan emocionarán a más de uno y aumentará la fe de otros para creer que lo mismo puede suceder en su vida o a su alrededor.
Carlos Annacondia junto a su esposa María
El evangelista (o hermano Carlos, como es conocido) también cuenta de primera mano cómo ha sido su conversión, su llamado al ministerio y los primeros pasos que fue dando, sustentándose en las señales por las cuales el Espíritu Santo iba confirmando que en verdad esa era la obra de Dios a través de Su siervo.
Es notable conocer, por medio de sus propias palabras, cómo Dios pudo levantar a un simple empresario, quien entregó su vida al Señor a los 35 años de edad, y rápidamente convertirlo en un poderoso referente del movimiento evangelístico de la iglesia cristiana en Argentina.
Habiendo estado cerca de él en muchas oportunidades, puedo decir que una de las mayores cualidades de este gran hombre de Dios es la humildad y esto se puede apreciar en cada página de ¡Oíme bien, Satanás! A través de su testimonio personal uno puede percibir cómo todo lo que hace es por obediencia a Dios y compasión por la gente.
Carlos Annacondia en una de sus multitudinarias campañas
Conclusión
Este libro de Carlos Annacondia será de enorme provecho para aquellos que necesitan crecer en la fe y creer por grandes milagros, para los que han recibido un llamado de Dios y hasta el momento no han respondido, para los que piensan que la manifestación de los dones del Espíritu han cesado hace ya mucho tiempo, y también para los que necesitan animarse a tomar autoridad en el mundo espiritual.
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