Dios y el debate transgénero es un libro escrito por Andrew T. Walker, quien se desempeña como Director de Estudios sobre Políticas para la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur de Estados Unidos.
¿Qué dice realmente la Biblia sobre la identidad de género?
Una mujer transgénero compitió, por primera vez, levantando pesas en los Juegos Olímpicos de Tokio este año (2021). Finalmente quedó fuera de la competencia. La Unión Internacional de Patinaje sobre Hielo fijó en agosto pasado sus reglas para los deportistas transgénero. Otra medallista de oro olímpica se postula como gobernadora de Los Ángeles. Pakistán abrió una escuela pública para personas transgénero. México tiene su primera diputada transgénero. Colombia tiene su primera presentadora transgénero de un canal público de televisión.
En Argentina se leen titulares tales como: “Persona transgénero no binaria”, “DNI para personas no binarias”. A una estudiante (transgénero) de economía le cambian el nombre en los documentos oficiales. El Senado argentino aprobó la ley de cupo laboral travesti transgénero. Cada vez más oímos de estos temas polémicos.
Cito el contexto en el que vivimos para decir que esta publicación es una necesidad para saber cómo actuar ya que el mensaje del Evangelio es contracultural, pero a su vez -y no lo olvidemos- lleno de compasión. Las voces se oyen más fuertes desde todo el globo y en distintas disciplinas y profesiones, ya no solo artistas, ya no se esconden como antes. En Dios y el debate transgénero se oye otra voz, la voz de Dios que, en definitiva, es la más importante porque somos Su obra maestra, Él nos creó y sabe cómo nos hizo del modo que nos hizo.
Como cristianos, instintivamente, sabemos qué piensa Dios al respecto, pero al ir leyendo y releyendo las páginas de este libro descubrí que quienes tienen disforia de género no solo se sienten raros, sino que sufren.
Esta obra es para quien está buscando una respuesta a su sufrimiento, para los familiares que necesitan aprender cómo ayudar y también sumamente útil para líderes y pastores a fin de que tengan un consejo a mano. Y el “consejo” es amar, escuchar, comprender, ser compasivos, respetar los sentimientos y, porque el amor siempre procura el bien del otro, decir la verdad en amor.
En los últimos capítulos se plantean y responden preguntas difíciles; interrogantes teológicos y cómo hablarles a los hijos sobre este tema sensible, complicado y desgarrador. El Evangelio son buenas noticias; Jesús le dijo a una mujer a quienes los religiosos habían humillado exponiendo su pecado: “Ni yo te condeno”. ¿Qué deberíamos decir y hacer nosotros como iglesia que imita a Jesús? ¿Transmitiremos esperanza, echaremos mano de la gracia de Dios y de Su amor incondicional? Jesús amó a Pedro aunque lo negó. Jesús amó al joven rico que le dio la espalda. Jesús amó a Judas aunque lo traicionó. Jesús amó a Saulo aunque lo persiguió. Jesús amó a Sus discípulos hasta el final. Y, a pesar de nosotros, Jesús nos amó.
Jesús amó y perdonó. Es más, Jesús continúa amando y perdonando a todos, inclusive a aquellos que luchan o han asumido una identidad de género distinta al sexo con el cual nacieron.
Recomiendo la lectura de este libro para ayudarte a pensar en cómo actuaría Jesús frente a alguien que sufre.
