LA CONEXIÓN PERFECTA
Cómo vivir su fe en el lugar de trabajo
Editor Mark L. Russell
Acerca del Editor: Es fundador de Russell Media. Es conferencista y ha trabajado como consultor para diversas organizaciones. Ha realizado numerosos trabajos en las áreas de pobreza, micro-finanzas para pymes y desarrollo de iniciativas económicas. Vivió en Rusia, Chile y Alemania. Ha viajado por más de setenta países para desarrollar negocios y proyectos educativos, humanitarios y religiosos. Es autor de numerosos libros y vive en los Estados Unidos (Idaho) con su esposa Laurie y sus hijos, Noé y Anastasia.
Un equipo especializado trabajó en la edición de esta publicación para la que tuvieron treinta y siete colaboradores que expusieron sus propias ideas y experiencias sobre: Carácter, Éxito, Dinero, Llamado, Liderazgo, Administración, Ética y otros temas, a fin de que podamos aprender a aplicar nuestra fe en todo lo que hacemos.
En estas páginas, observarás a personajes bíblicos con nuevos ojos junto a Dennis Bakke. Noé, tan conocido como el que profetizó el diluvio, “era un constructor de barcos, cuidador de animales y capitán de cruceros”. Abraham, el patriarca, el padre de la fe, “fue agente de bienes raíces”. “Daniel fue a Harvard, la universidad del Rey, y se convirtió en presidente de Irak”. ¡Y estos son tan solo algunos ejemplos! Muchos somos llamados por Dios no como evangelistas o pastores, sino a satisfacer las necesidades comunes de la sociedad, a servir al prójimo mientras suplimos las necesidades personales y de nuestra familia; por esto, “No es importante lo que hacemos, sino cómo lo hacemos” (David Miller).
Hay capítulos que rompen paradigmas. Hay secciones escritas por fiscales y, otras, por graduados de Harvard o Yale, así como por analistas, jefes de recursos humanos, hombres y mujeres de negocios. Algunos artículos fueron redactados por profesionales con maestría en administración de empresas o licenciatura en educación. También hicieron su aporte profesionales con experiencia internacional con clientes mundiales como Coca-Cola, United Airlines, PepsiCo, Inc., Tyson Foods, McDonald’s, entre otros.
Hay párrafos para todos.
Al empleador les enseña que: “Parte del llamado al liderazgo es tomar el bienestar de los empleados seriamente” (Howard Dahl). A los cristianos, el accionista Steve Lynn les dice:“En primer lugar, usted está llamado a diezmar y eso se aplica a su tiempo, sus talentos y su dinero. En segundo lugar, no viva más allá de sus posibilidades, no viva endeudado. En tercer lugar, aprende a decir ‘no’ a cosas buenas”.
A los que tenemos la bendición de dar, Kimberly Yerino nos dice: “(…) los pobres no solo se ven debilitados por su inhabilidad para trabajar, sino también humillados por ser siempre los receptores de beneficencia”. A los hiperactivos y adictos al trabajo, un Director Ejecutivo (CEO) de una gran empresa los insta a que hallen el verdadero significado del Sabbat.
El propósito principal del libro es estimular el pensamiento y la conversación. Así, tal cual, me sucedió; por momentos, aunque podía seguir leyendo, optaba por cerrarlo para pensar qué conceptos tenía al respecto, y al primero que se me cruzaba le contaba alguna de las experiencias o ideas afines que había leído.
La conexión perfecta es una invitación a vislumbrar el propósito por el cual trabajamos y a escribir nuestra propia historia de fe en el mercado global porque la fe es transcendental en la iglesia, en casa y en el trabajo.
Dave Gibbons nos cuenta en el prólogo que sentía el llamado al ministerio, es decir, creía que Dios quería de él una entrega total, a tiempo completo como pastor de una iglesia; sin embargo, al mismo tiempo, crecía en su interior un llamamiento hacia los negocios. ¿Se pueden conjugar ambos? ¿Lo ministerial es más alto que lo “secular”? ¡Qué conflicto! Treinta años después afirma: “El llamamiento más alto no es ser pastor sino convertirse en todo lo que Dios lo llamó a ser, es decir, una persona que glorifique a Dios en todo lo que hace. No puede separar lo que hace de lo que es. Su trabajo es su adoración”.
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