Dios llamó a mis padres es un libro de 2009 escrito por Raúl Guido Salazar, pastor y profesor del Instituto Bíblico Río de la Plata en Buenos Aires.
Es doloroso ver cuántos hijos de pastores y ministros cristianos han sufrido a causa de no entender el llamado de sus padres o por un mal manejo por parte de estos de sus tiempos, obligaciones en el hogar o demostraciones de cariño hacia sus seres queridos.
En Dios llamó a mis padres, cuyo prólogo fue escrito por Dante Gebel, el autor relata, en primera persona, cómo vivieron el llamado de sus padres los hijos de Noé, Abraham, Jacob, Moisés, Aarón, Samuel, David, Salomón, Isaías y Oseas. Tomando en lugar de cada uno de ellos, algunos que por nombre pueden parecer desconocidos, Salazar hace un resumen de la historia familiar, puertas adentro, de estas reconocidas figuras bíblicas que también fueron padres e intentaron, algunos con mayor éxito que otros, llevar adelante una familia.
Los relatos son muy detallados y fáciles de seguir. Los aportes adicionales del autor, vía comentarios personales e historias reales de familias pastorales suman mucho a la comprensión del problema en sí, por lo que da la sensación de que son escasos y podrían haber traído mayor claridad al asunto.
Las preguntas para reflexionar, al final de cada capítulo, son muy apropiadas de acuerdo a la historia aunque a veces van dirigidas a los padres y otras a los hijos.
Las historias están llenas de aciertos y de errores, de buenos y malos ejemplos, de alegrías y tristezas, típico de las familias ministeriales. Quienes no son parte de una familia pastoral quizás tiendan a ver a los hombres de Dios como santos e intachables que difícilmente se equivocan. Quienes en verdad conocen los mayores errores y virtudes son aquellos que comparten el gozo y las frustraciones que solo se demuestran en el seno del hogar.
Por medio de este libro, el autor pretende sacar a la luz ciertas cuestiones que pueden ser comunes a estas familias para estar alerta ante lo que deberán enfrentarse o aun para divisar errores pasados que necesitan ser tratados y perdonados.
Dios llamó a mis padres tiene el potencial de llevar a la reflexión a padres e hijos de familias ministeriales, ayudarlos a enfrentarse a problemas típicos, guiarlos en el camino correcto y mostrarles que no están solos en su carrera.