Todo hombre vive una batalla en su interior, muchas veces silenciosa y solitaria, pero está presente. La lucha contra la tentación sexual es algo a lo que, quiérase o no, habrá que enfrentarse, más de una vez. El enemigo de la impureza es un gigante que acecha sin tregua y amenaza con destruir toda vida en la que pueda hacerse lugar. Para el hombre esta es una guerra incómoda pero necesaria. Hay que lograr la victoria.
Esta contienda entre la carne, los pensamientos indebidos, las imágenes sensuales y todo aquello que atente contra la santidad en el área de la sexualidad es el tema del libro La batalla de cada hombre que fue escrito por Stephen Arterburn y Fred Stoeker, con la colaboración de Mike Yorkey.
Para demostrar que esta lucha no es algo aislado que solo algunos tienen que atravesar, los autores comienzan contando sus propias experiencias de cómo han logrado dejar atrás la inmoralidad. Los testimonios más impactantes, sin embargo, provienen de sus amigos, conocidos y otros hombres a los que han aconsejado o han compartido sus vivencias.
Algunas de las historias, si bien pueden resultar demasiado gráficas para algunos, ayudarán a la mayoría a sentirse acompañados en su batalla (o adicción) contra los deseos impuros, los “ojos errantes” que llevan a desear la mujer del prójimo, o aun la pornografía y la infidelidad.
Hay una respuesta y una salida posible para todas estas cuestiones que no hacen otra cosa que destruir la vida espiritual y familiar del hombre. Arterburn y Stoeker analizan las opciones y motivan al lector a escoger la victoria en tres áreas en específico: en los ojos, en la mente y en el corazón.
Admiro la sinceridad de los escritores para relatar sus experiencias personales y el optimismo con el cual animan a los demás para convencerlos que todos somos parte de la batalla y que esta puede ser ganada.
El libro será de ayuda especialmente para los hombres pero las mujeres también se verán beneficiadas al leer y enterarse de las luchas constantes que el hombre debe experimentar en su vida diaria.
Si, lo he leído!!! Es excelente. Algo que me impactó es que aún de casados debemos cuidar la pureza, es como que sólo nos guardamos de solteros pero de casados hay que seguir haciéndolo. Y también como una pequeña mentira daña la confianza en el matrimonio. Lo recomiendo a todos los hombres.
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