EL LEGADO DE UN LÍDER
Kouzes & Posner
Editorial Peniel, 2010
240 páginas
¿Cómo quieres ser recordado? Ese será tu legado. ¿Qué traspasarás a la próxima generación? Ese será tu legado. ¿Qué donación harás para que el mundo sea mejor por causa de tu pasar por aquí?
El “legado” es mi tema estos días; al ver en la librería este título no dudé en llevármelo y me lo leí rapidísimo; ahora estoy leyéndolo a otra velocidad para incorporar su riqueza.
Kouzes & Posner dedican los veintidós capítulos al estudio de las preguntas y cuestiones críticas que son esenciales para todo líder que busca tener un impacto perdurable. Estos ensayos están agrupados en cuatro categorías: el significado, las relaciones, las aspiraciones y el coraje.
Algunas expresiones te descolocarán y te llevarán a pensar si quieres que tu nombre sea pronunciado con honor décadas después por quienes tomaron la posta de la mano de aquellos a quienes lideraste.
Es posible que te haga bien leer en “El legado de un líder” que las autoridades que tuviste eran humanas y como tales, no hicieron bien su tarea. Obviamente, no fue esa la intención; no sabían cómo dejar libre a su gente, nadie les enseñó cómo tener y transmitir una visión del futuro, tal vez nunca descubrieron que además de líderes tenían que ser seguidores mientras que daban rienda suelta al líder que otro llevaba adentro… quizás se murieron sin saber que esos pequeños actos de coraje que hicieron marcaron una o muchas vidas.
Dicen los autores, Kouzes y Posner: “Cuando elegimos liderar todos los días, elegimos servir. El liderazgo no tiene que ver con qué ganamos de los demás, sino con qué ganan ellos de nosotros. Esto significa que debemos estar preparados para sacrificar, para enseñar, para aprender, para mantenernos abiertos a una devolución honesta y nunca jamás asumir que el líder puede hacerlo solo (…) Cuando elegimos liderar todos los días, nos involucramos en una relación muy especial con los demás (…) Cuando elegimos liderar todos los días, elegimos aspiraciones significativas a largo plazo en lugar de medidas de éxito a corto plazo”.
¿Sabemos cuál será nuestra influencia, a quiénes y cómo impactaremos, a dónde llegará nuestro liderazgo? No. No lo sabemos ni lo podemos planificar, pero podemos vivir conscientes de que alguien nos mirará, nos imitará, marcaremos alguna vida (quiera Dios que sean muchas) porque nos determinamos a dejar un buen legado.