Si bien no conocía a Mark Foreman cuando vi su libro Jesús el Todo en la librería, su apellido me sonaba familiar. Al leer la contraportada me di cuenta que, aunque Mark es pastor en San Diego, California, es más conocido por ser el padre de Tim y Jon Foreman, miembros fundadores de la reconocida banda Switchfoot.
Contenido de Jesús el Todo
En este libro de 2008, Foreman reflexiona en cómo el mundo a nuestro alrededor ha mostrado una apertura hacia todas aquellas prácticas que prometen satisfacción integral como la filosofía oriental, templos budistas, el yoga o Tai Chi, por citar algunos ejemplos.
La pregunta que se hace es por qué la gente se dirige a esos lugares en vez de acercarse a una iglesia cristiana. La respuesta que da el autor en la primera parte del libro, titulada ¿Por qué es importante la integridad?, es que como iglesia no hemos estado predicando sobre el Jesús íntegro del cual enseñan los evangelios.
Últimamente, nos hemos enfocado casi exclusivamente en el Dios que salva y nos abre la puerta a la vida eterna. Esto no está mal, pero es solo una parte de la historia. La segunda parte del libro habla de ¿Cómo definió Jesús la integridad? Allí Foreman dice que Jesús no solo vino a dar su vida para que podamos ser salvos sino que también pasó una parte considerable de su tiempo sanando a los enfermos, liberando a los oprimidos o endemoniados, enseñando a Sus seguidores, intruyendo mentalmente a Sus discípulos, compartiendo con Sus amigos, etc.
Jesús fue un hombre que se preocupó por la gente en el concepto de su integridad: espíritu, alma y cuerpo (incluyendo sus emociones, pensamientos, sentimientos, salud). Lo mismo deberíamos estar haciendo nosotros.
Me gustó especialmente la tercera parte de Jesús el Todo, titulada La forma en que las personas medio vacías se vuelven íntegras. Allí Mark Foreman da algunas pautas sobre cómo debería funcionar la iglesia hoy en día, divisando algunos errores de los tiempos actuales en comparación con la iglesia primitiva.
Conclusión
Este libro proclama que hay un mensaje mejor que el mundo quiere, y necesita, oír. Es un mensaje de amor que promete curar todas las heridas y brindar integridad a la vida completa. Ese es el mensaje de Jesucristo y nosotros debemos reconocerlo para ofrecerlo a todos los sedientos.